Una anciana hondureña decidió dejar su silla de ruedas para intentar cruzar el peligroso río Bravo, en una piscina junto con otra familia, huyendo de la criminalidad que se vive en Honduras.
La anciana de casi 85 años de edad detalló durante la transmisión en facebook, que la decisión de irse hacia los Estados Unidos fue le mataron a su familia.
Agentes migratorios han informado que el grupo de migrantes que se transportaba en una piscina, junto con la ancia, afortunadamente lograron cruzar el otro lado del río y ahora se encuentran a la espero de que los EEUU les otorgue asilo.