Tegucigalpa, Honduras. Según un informe presentado por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) y la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ) los fenómenos naturales y la pandemia favorecieron a los corruptos.
“Está claro que la fuerza de la naturaleza y las instituciones corruptas asestaron serios golpes a Honduras. Las consecuencias para la transparencia se reflejaron en la puntuación de 24 en el índice de percepción de la corrupción 2020, un mínimo histórico desde 2012”, índica un capítulo del informe de Transparencia Internacional (TI).
Los expertos señala que la llegada de la pandemia del covid-19 fue la primera razón externa que dejo evidencia la marginalidad de la salud pública y la economía de los hondureños.
“La crisis económicas y de la salud que se cruzan también intensificaron la pobreza la interrupción el empleo, la atención médica y la educación”.
La segunda fuerza externa fueron las tormentas tropicales de Eta e Iota que dejaron a 4 millones de personas afectadas y destrucción a todo tipo de infraestructura y cultivos agrícolas.
“En lugar de fortalecer la capacidad de Honduras para recuperar de estos desastres, las elites políticas y económicas rechazaron el Estado de derecho amenazando aún más la capacidad de los hondureños para prosperar”.
El CNA destacó que la debilidad de las instituciones han contribuido a la falta de preparación para afrontar los problemas que ocurren en el país de manera espontánea, dejando pérdidas millonarias.
Ante eso los expertos finalizan el informe señalando la urgencia que los funcionarios hondureños cumplan con la Ley de Contratación del Estado para que puedan realizar las compras y contracciones de manera transparente y así reducir la corrupción.
