Luego de semanas de negociación, los partidos de la coalición de Gobierno belga finalmente han aprobado una reforma laboral que incluye la introducción de la jornada de cuatro días sin reducir las horas de trabajo y sin perdida de salario.
Los empleados continuarán trabajando 38 horas, repartidos en cuatro días en lugar de cinco la jornada tendrá un máximo de 9,5 horas diarias, aunque se podrá prolongar hasta 10 horas mediante un acuerdo entre las partes.
Para solicitar la opción, los trabajadores tendrán que presentar una petición a su jefe, este podría rechazar la solicitud, pero tendrá que justificar formalmente con argumentos sólidos.
Los trabajadores podrán optar por un régimen semana variable, es decir trabajar más durante una semana para tener mayor tiempo libre en la siguiente.
El objetivo de la reforma laboral es darle a las personas y a las empresas más libertad para organizar su tiempo de trabajo.