México : Revelan que funcionarios mexicanos torturaban a testigos de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa

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Cuidad México. 40 grabaciones de interrogatorios a testigos de la desaparición de los 43 estudiantes normalista de Ayotzinapa, en México en el 2014, han revelado que funcionarios públicos, implementaron tortura para fabricar e imponer la entonces llamada ‘verdad histórica’ de los hechos.

Las grabaciones fueron grabadas por el extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), y descubiertas por la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso de Ayotzinapa.

Los interrogatorios fueron realizados entre octubre de 2014 y enero de 2015 y tenían como propósito que los testigos y/o sospechosos del caso repitieran “la versión” del entonces Procurador General, Jesús Murillo Karam, y de Tomas Zeron de Luci, quien fungía como director de la Agencia de Investigación Criminal.

Las investigaciones determinaron que hubo montaje de escenarios del crimen, fabricación de pruebas, destrucción o inutilización de evidencias, omisión de procedimientos y de líneas de investigación, indagatorias insuficientes o desestimadas entre otras irregularidades.

Entre los funcionarios aparecen Tomas Zeron, Gualberto Ramírez, quien era jefe Unidad de Investigación Antisecuestro de la Fiscalía, y otros funcionarios de la Procuraduría y miembros de la fuerza de seguridad durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Durante el gobierno de Peña Nieto se quiso dar por cerrado el caso con una explicación oficial, que fue bautizada como ‘la verdad histórica’, la cual hoy es conocida como ‘la mentira histórica, un compromiso de esclarecimiento de la desaparición de los 43 estudiantes, del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“La verdad histórica” o “la mentira histórica” aseguraba que policías municipales habían secuestrado y entregado a los estudiantes a miembros del Cártel Guerreros Unidos, que los terminaron matando y quemando en el basurero de Cocula y luego los tiraron en el Río San Juan, lo que fue desmentido por el Equipo Argentino de Antropología Forense y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

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