Un informe esperado sobre el abuso sexual de menores en la iglesia católica en Baviera debió aclarar si el papa emérito Benedicto XVI y otros clérigos de alto rango encubrieron en algún momento a un sacerdote pedófilo.
Un bufete de abogados de Munich, debe presentar para identificar casos de abuso sexual contra niños entre 1945 y 2019 en la archidiócesis de Munich y Freising.
Los abogados también pretenden señalar la responsabilidad de los eclesiásticos que hicieron la vista gorda ante esos hechos, permitiendo que se repitieran durante décadas.
Entre los dignatarios de la archidiócesis se encuentran el cardenal Reinhard Marx-que encargo el informe, el antecesor en el arzobispado Friedrich Wetter y Joseph Ratzinger, futuro papa Benedicto XVI, quien lo dirigió entre 1977 y 1982.
En ese periodo fue que se encontró un caso considerado sintomático de las graves fallas de la iglesia en el tratamiento de los casos de pedofilia.
En 1980, un vicario de Renania del Norte-Westfalia, Peter Hullermann, fue acusado de graves abusos sexuales a menores. La Iglesia “soluciona”, el problema transfiriéndolo, pero al llegar a Baviera, a pesar de la terapia psiquiátrica, continua con los abusos.
Para 1986 un tribunal condenó a prisión condicional y fue nuevamente trasladado a otra ciudad bávara donde oficio como sacerdote durante unos veinte años hasta que habría reincidido.
En el 2010 año en el que Benedicto XVI se jubile estallaron las primeras grandes revelaciones de pedofilia en la Iglesia católica de Alemania.
En Alemania el catolicismo sigue siendo la primera doctrina religiosa, pese a que los fieles desertan en masa: en 2020 eran 22,2 millones, 400.000 menos que en el 2019 y 2,5 millones menos que en 2010.