Expertos y organizaciones han alertado que el calentamiento del Ártico donde el hielo se derrite y atenta directamente contra el hábitat de los osos polares.
Los osos que viven principalmente en Canadá, Alaska, Groenlandia y el norte de Rusia son los que más sufren ese tipo de problema, ya que el cambio climático ha provocado la disminución rápida de la capa de hielo.
El hielo marino de verano se está reduciendo demasiado rápido, y no todos los osos pueden adaptarse en algunas zonas del Ártico.
Las estadísticas establecidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), detalla que el número de osos polares ha reducido un 30 por ciento en menos de 30 años.
Debido a esos los mamíferos tiene que recorrer mayores distancias para acercarse a las plataformas de hielo, dejando como consecuencias presas menos accesibles lo que les provocar desnutrición e incluso hasta la muerte, sobre todo en las hembras con crías.
La importancia de los osos polares se debe a la función relevante que cumplen no solo en la cadena alimenticia, sino que también en la vida de algunas comunidades de la región.